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La resiliencia de los Marlins

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Marlins Instagram

Ricardo Montes de Oca

@RicardoEMontes

Mucho se ha hablado del trabajo que ha hecho Barry Bonds, en una nueva etapa en su carrera como coach de bateo de los Marlins, al revivir la de Marcell Ozuna y de acreditarse parte del éxito que han tenido jugadores como Martín Prado, Christian Yelich, Derek Dietrich, entre otros, haciendo que el conjunto de Miami sea visto como uno de los mejores equipos a la ofensiva de la Liga Nacional.

Juan Nieves, coach de los lanzadores de los peces, ha hecho un gran trabajo con un diezmado cuerpo de lanzadores, teniendo que adaptarse a la poca consistencia de sus pupilos. De la rotación del juego inaugural, sólo sobreviven José Fernández y Tom Koehler.

Doce son los lanzadores que los Marlins han utilizado para comenzar un juego este año, incluyendo nombres como Kendry Flores, Paul Clemens, Colin Rea, Jarred Cosart, Justin Nicolino, Wei-Yin Chen, Adam Conley, entre otros, de los cuales unos están lesionados y otros ni siquiera se encuentran ya con el equipo.

En la actual rotación, además de Fernández y Koehler, están José Ureña, el recién adquirido Andrew Cashner y David Phelps, quien esperó su turno desde el bullpen, hasta que la recibió el 5 de agosto, cuando hizo su primera apertura de la temporada.

Hablando de Phelps, éste puede ser considerado de los mejores y más dinámicos lanzadores de los Marlins en el año. Comenzó la campaña como relevista, en el puesto de preparador de A.J. Ramos, en la octava entrada. Cuando llegó Fernando Rodney a ocupar su puesto, Phelps se movió más a un rol de relevista largo, pero ante su buena actuación y las lesiones de los abridores, eventualmente fue designado con el rol de abridor.

En sus primeras cuatro salidas, Phelps ha destacado como lo hizo en sus tiempos de prospecto, con una efectividad de 1.31, con tres carreras limpias permitidas, 26 ponches y siete boletos en 20.2 entradas de labor.

A pesar de todos los inconvenientes que han tenido los Marlins en el año, ahí están, peleando por un puesto en la clasificación. Es difícil imaginarse un escenario más adverso que el que han tenido este año; con Dee Gordon –campeón bate, líder en bases robadas, bate de plata y guante del oro de la Liga Nacional en el 2015—suspendido por más de 80 juegos, histórico slump y eventual lesión de Giancarlo Stanton, y el ingreso a la lista de incapacitados de Ramos, Conley, Chen y Justin Bour.

Juan Nieves se lleva una buena parte de los méritos de lo hecho por el equipo.

Los Marlins han recibido lo que esperaban cuando trajeron al puertorriqueño de 51 años, luego de ser parte fundamental del equipo de los Medias Rojas de Boston, en donde estuvo entre el 2013 y 2015, que ganó la Serie Mundial en el ´13.

Tras una efímera carrera de tres años con los Cerveceros de Milwaukee, el otrora lanzador se ha convertido en un guía de lujo para los serpentineros de los peces.

A pesar de lo mucho que se critica –y con bases válidas—lo hecho a través de los años por la gerencia de los Marlins, encabezada por su dueño Jeffrey Loria, no es casualidad, aunque así lo parezca, el éxito que ha tenido este año el equipo que juega en la Pequeña Habana.

Los Marlins blindaron al staff del equipo. Primero con la firma de Don Mattingly como mánager, quien llegaba de un conjunto de los Dodgers que clasificó en tres de las cinco campañas en las que estuvo al mando. Llegó Barry Bonds, quien fue una apuesta que ha salido positiva, entendiendo que es la primera vez que cumple funciones de coach, en este caso de bateo. Y culminando con Nieves, que se ha encargado de una manera magistral, de los lanzadores.

Si hay algo que han demostrado este año los Marlins, sin importar cómo termine todo, es la resiliencia que tiene el equipo.

 

 

Los Marlins están en caída de libre

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Ricardo Montes de Oca

@RicardoEMontes

MIAMI.- Cuando tienes a dos abridores, a un cerrador, primera base titular y al mejor jugador de tu alineación en la lista de lesionados, la tendencia natural será descender en la clasificación. Eso es lo que está ocurriendo con los Marlins, un equipo que, en cuestión de dos semanas, ha pasado de estar afianzado con el segundo Comodín de la Liga Nacional, a esperar mantenerse en la lucha.

Los abridores Wei-Yin Chen –la mayor adquisición del equipo antes del comienzo de la temporada—y Adam Conley, el taponero A.J. Ramos, el inicialista Justin Bour y el jonronero Giancarlo Stanton, se encuentran todos apartados del terreno, dejando a unos Marlins diezmados en plena lucha por la clasificación; una que se le ha hecho esquiva desde el 2003.

La esperada caída de los Peces está ocurriendo. Y el desespero de la gerencia central produjo que el conjunto hiciera fuertes intentos por adquirir a Álex Rodríguez, quien recién se retiraba del conjunto de los Yankees, y que dejó a unos fanáticos de los Marlins necesitados por buenas noticias, con las esperanzas rotas, luego de que el vocero del toletero dominicano dijera que su cliente no jugaría más en el 2016.

Carlos Gómez es la única pieza externa que pudiera llegar para mantener a flote al equipo. El dominicano dos veces todoestrella, está en medio de la peor campaña de su carrera con los Astros, promediando .256,  con cinco jonrones y 29 remolcadas en 85 juegos, razón por la cual fue bajado a las ligas menores. Sin embargo, el problema con el que se consiguen los Marlins es que para adquirir a Gómez tendrían que realizar un cambio con Houston, y con la poca cantidad de prospectos con los que cuenta Miami, es difícil ver cómo pueden llegar a un acuerdo.

La otra opción que tiene el dueño de los Marlins Jeffrey Loria y el resto de la gerencia, es intentar sobrevivir con lo que tienen, y eso incluye a al jardinero Xavier Scruggs, un prospecto de 28 años que se encuentra jugando en Nueva Orleans con la filial Triple-A del equipo, y en donde en 93 compromisos tiene línea de bateo de .290/.408/.565, con 21 jonrones y 50 remolcadas. Sin duda es la opción más viable para Miami, sin embargo sabemos que los antojos de Loria –A-Rod– no tienen límites.

No sólo las alternativas de los Marlins son escasas, sino que la incertidumbre que ronda alrededor del regreso de los lesionados, empeora la situación aún más. Stanton estará fuera, al menos, seis semanas, Bour no se sabe si podrá volver este año, al igual que Chen. De Ramos no se sabe mucho, y con Conley la situación es un poco más clara, y se espera que vuelva a principios de septiembre.

Los Marlins, que aún cuentan con una de las mejores ofensivas en todo el béisbol, antes de las lesiones ya presentaban graves problemas con su rotación, que se vio beneficiada por la buena producción de los bates de su equipo. Pero ahora Fernández se encuentran prácticamente aislado, seguido por el recién adquirido Andrew Cashner, quien sólo ha tenido una buena salida desde que llegó a Miami –en la que el equipo igual terminó cayendo—Tom Koehler, José Ureña y David Phelps, que desde que se unió a la rotación ha sido el mejor acompañante de Fernández.

Eso es sin contar el puesto del cerrador, quien ha sido ocupado por Fernando Rodney en la ausencia de Ramos. Desde que el quisqueyano llegó a los Marlins proveniente de los Padres con una efectividad de 0.31, con el uniforme de los Peces promedia más de cinco carreras permitidas por cada nueve entradas.

No, el panorama no luce nada bien para los Marlins, pero con una ofensiva liderada por Martín Prado, Christian Yelich, Dee Gordon, Marcell Ozuna y J.T. Realmuto, y esperando que José Fernández roce con la perfección, Miami aún puede aspirar a rasguñar ese último Comodín. Lo que pasé de allí en adelante, será asunto de otro momento.

Los Marlins y su histórica lucha contra los pronósticos

 

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Stanton y Ozuna conforman el corazón ofensivo de los Marlins (MARLINS INSTAGRAM)

Ricardo Montes de Oca

@RicardoEMontes

MIAMI.- El béisbol es un deporte fascinante. Tal vez sea la disciplina que esté rodeada por la mayor cantidad de números, estadísticas, porcentajes, o cualquier otro sistema de medición que cualquier otra. Sin embargo, la pelota nos regala cada año más de una sorpresa. De esas que ni el más estudiado en la materia pudo haber imaginado.

Miami tiene experiencia en ese campo. Con un conjunto de los Marlins que tiene en su almacén dos trofeos de Serie Mundial, pero ni un banderín divisional, pues ambos títulos llegaron luego de clasificar vía comodín, y en ese par de oportunidades lo hicieron sorprendiendo al mundo del béisbol.

En el 2015 los Marlins partían, junto a los Cachorros, como los dos conjuntos en la Nacional que podían dar el campanazo. Chicago lo hizo, Miami, negado a seguir ningún pronóstico, no.

Para seguir esa tendencia, luego de un 2015 en donde parecía que el mundo se le venía encima al conjunto que juega en la Pequeña Habana; con sus filiales de liga menor siguiéndole los pasos al de liga mayor, otra lesión de Giancarlo Stanton que lo alejó por más de la mitad de la zafra, los problemas reportados por el as José Fernández con la gerencia del equipo tras las polémicas decisiones y varios movimientos en el receso de temporada que no llenaron las expectativas de unos fanáticos de Miami –trayendo al mánager Don Mattingly y al lanzador Wei-Yin Chen—que pedían más.

Mismos seguidores comenzaron la temporada del 2016 resignados a ver otro año poco fructífero de sus “Peces”.

Pero éstos han vuelto a nadar en contra de la corriente, o al menos así parece hasta el mes de julio, cuando los Marlins se han convertido en el equipo sorpresa de todo el béisbol.

Un equipo que, a pesar de las adversidades –un slump histórico de Stanton, el poco pitcheo abridor y la suspensión por 80 juegos del Guante de Oro y todoestrella del 2015, Dee Gordon—se las ha ingeniado para luchar contra los grandes de la Liga Nacional. Y allí están; días después del Juego de Estrellas, apoderados de uno de los Comodines del viejo circuito.

El 18 de julio consiguieron su triunfo 50 del año ante los Filis de Filadelfia, significando la segunda vez que más rápido han alcanzado esa cantidad tras 92 encuentros (en 1997 necesitaron de 83).

Aún falta mucho por recorrer; más de dos meses que en el béisbol son una eternidad. Pero con el bullpen que tienen, fortalecido por el rejuvenecido Fernando Rodney, quien llegó vía cambio de los Padres para prepararle el terreno al cerrador A.J.Ramos, el regreso de Dee Gordon, Stanton en su máximo nivel y José Fernández ganando terreno para el Cy Young, rodeados por una de las mejores ofensivas de la Gran Carpa; los Marlins pueden volver a un escenario en el que están invictos en su historia: la postemporada.

Martín Prado (.320) Marcell Ozuna (.305 y 17 HRs), Christian Yelich (.317), J.T. Realmuto (.313), Derek Dietrich (.290), y un tal Ichiro Suzuki (.345), conforman el elenco ofensivo que ha impedido que el conjunto no sólo haya sobrevivo las dificultades mencionadas, sino que ahora, con el despertar de Stanton, hacen del equipo, uno de los más temidos en la Nacional.

¡Vaya de trabajo de Barry Bonds como coach de bateo!

El Talón de Aquiles de los Marlins está el pitcheo abridor.  Sí, José Fernández está en la élite del béisbol (11-4, 2.53 EFEC, y 169 ponches en 113.2 entradas), pero no hay otro serpentinero con más de seis triunfos en el equipo.

En la postemporada el cuerpo de abridores es fundamental, y si los Marlins quieren repetir lo hecho en el ´97 y ´03, cuando tuvieron a Kevin Brown, Al Leiter y Liván Hernández, y a Josh Beckett, Carl Pavano y Brad Penny respectivamente, la oficina de Miami debe salir a pescar ayuda para para “Joseíto” en el mercado de cambios.

¿Pueden ganar la Serie Mundial?, está más que cuesta arriba, ¿alcanzar la postemporada?, tampoco está claro.

Pero una cosa es cierta, ¿qué sé yo, o tú, o cualquier analista?, el béisbol, y en especial los Marlins, son especialistas en dejar como el más ingenuo a cualquiera que se arriesgue a predecir el futuro.

 

*Las estadísticas están actualizadas hasta el 18 de julio.

Los Marlins enganchados

El equipo se fortalece con la continuidad del núcleo de jugadores jóvenes

El equipo se fortalece con la continuidad del núcleo de jugadores jóvenes

Ricardo Montes de Oca

@RicardoEMontes

MIAMI.- En días pasados los Marlins de Miami llegaron a un acuerdo con el ganador del Guante de Oro y jardinero de 23 años de edad Christian Yelich, en un contrato de siete años por 49,5 millones de dólares.

El manager Mike Redmond ve en Yelich un futuro campeón bate en la Liga. “Definitivamente tiene el swing, la selección de lanzamientos y tiene el contacto para batear por encima del average” (…) “Me recuerda a Joe Mauer en la forma de batear” dijo en timonel del jugador que bateó para .284 en su primera temporada completa, en 2014.

Con esto, los Marlins han cumplido con su palabra. Cuando firmaron a Giancarlo Stanton, le dijeron que la franquicia estaba comprometida en armar un equipo competitivo a largo a plazo.

“No puedes seguir diciendo ‘Vamos a ganar este año, vamos a hacerlo este año’ estoy harto de escuchar eso, todo el mundo los está. Es hacer algo al respecto”, dijo Stanton luego de firmar el contrato histórico con Miami por 325 millones de dólares y 13 temporadas. No pasó mucho tiempo para que los peces contaran con nuevas piezas en Martín Prado, Michael Morse, Mat Latos, Dee Gordon e Ichiro Suzuki.

Los Marlins tienen una situación envidiable en lo que respecta a su núcleo de jugadores, al tenerlos bajo contrato por un largo período, lo que crearía la continuidad que necesita un conjunto para triunfar. Marcell Ozuna, Henderson Álvarez, Adeiny Hechavarria, Christian Yelich, Giancarlo Stanton, Jarred Cosart y José Fernández está asegurado con los Marlins, al menos hasta el 2018.

Basta revisar la actuación de estos peloteros. Yelich, Ozuna, Hechavarria y Stanton batearon en conjunto para .279, 28 puntos por encima del promedio de la liga en el 2014, según Baseball-Reference. Además, fueron los autores del 44% de los imparables de su equipo, 57% de los cuadrangulares, 45% de los carreras empujadas y 48% de las anotadas de los Marlins en la campaña pasada.

La cara joven del pitcheo de los peces, conformada por Jarred Cosart, Henderson Álvarez y José Fernández, acumularon efectividad de 2.56 carreras limpias cada nueve entradas en 48 aperturas. Fernández se perdió gran parte de la campaña y Cosart llegó vía cambio en la mitad de la temporada. El average de la liga en el 2014 fue 3.74.

Los Marlins 2.0

Foto via Miami Marlins Instagram

Foto via Miami Marlins Instagram

@RicardoEMontes

MIAMI.-Los Marlins de Miami entran en una etapa decisiva en esta temporada muerta. Luego de 21 años de existencia y dos trofeos de Serie Mundial en sus vitrinas, el equipo del Sur de la Florida podría terminar de despegar y empezar a construir, o al menos limpiar un poco la reputación de equipo creador y vendedor de talento joven en las mayores.

A pesar del par de trofeos los Marlins han sido una franquicia perdedora en la mayores, con un récord de 1643 victorias por un total 1853 derrotas desde que la expansión llegó a Miami en 1993.

En la temporada muerta después de la campaña del 2011, el equipo parecía que dejaba atrás la cultura de no invertir en jugadores de alto costo y conformarse con los jóvenes, que luego algunos se convertían en estrellas y el propio Loria les abria la puerta para que buscaran otro equipo que cubriera sus costos.

Sin embargo en el 2011 los Marlins se hicieron de los servicios del campocorto estelar José Reyes, del cerrador estrella Heath Bell y trajeron de Chicago al polémico manager Oswaldo Guillén y a uno mejores abridores más queridos en la historia de los Medias Blancas Mark Buerhle.

Junto con el naciente pelotero, para entonces, Giancarlo Stanton, Hanley Ramiréz, Josh Johnson, Aníbal Sánchez, entre otros que estaban supuestos a conformar uno de los equipos más poderosos en la Liga Nacional, en el papel.

Todo terminó así, un equipo fuerte en papel pero en el terreno fue un equipo que perdió 93 juegos.

Luego ocurrió lo que ya es común para los fanáticos de Miami; el famoso y habitual «Garage Sale» de Jeffrey Loria, volviendo a rebajar la nómida considerablemente y manteniendo básicamente a Stanton aislado entre jugadores novatos, rompiendo corazones de los seguidores del equipo que vieron como su equipo les regaló una emoción y esperanza de cambio que duro realmente poco.

Dos años después los Marlins de Miami y Jeffrey Loria se encuentran con la posibilidad de volver a intentar cambiar la ideología del equipo. La posibilidad está, el accionar no es garantía alguna.

El equipo cuenta con una gran cantidad de peloteros que parecen estar listos para convertirse de jugadores prometedores a ser estrellas del equipo y conformar junto a Stanton un equipo poderoso en el beisbol.

Pareciera que los Marlins están a un par de contrataciones en la agencia libre para terminar de dar el paso.

Christian Yelich, Marcell Ozuna y Giancarlo Stanton conforman uno de los mejores jardines, tanto defensivos como ofensivos de las Grandes

Foto via Miami Marlins Instagram

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Ligas.

Jarrod Saltalamacchia demostró ser un seguro detrás del plato. Obviamente el promedio que dejó de .220 puntos es para nada positivo, sin embargo la escasez de receptores defensivos en el juego hacen que un promedio de .220 pueda ser incluso hasta aceptable.

El pitcheo abridor parece ser una carencia para Miami. Se espera que José Fernandez vuelva a la acción a mitad de temporada, mientras tanto Henderson Alvarez, junto Jarret Cosart, quien proveniente de Houston demostró la calidad qe tiene con apenas 24 años, parecen ser los únicos seguros en la rotación.

Los Marlins deben buscar un lanzador abridor en el mercado si quieren competir la temporada que viene. Además de esperar que la promesa Andrey Heaney termine de desarrollarse como un abridor exitoso.

Entre los Agentes Libres más importantes aparece James Shield y por el cual Miami podría ir tras de él, en caso de que Shield rechaze la oferta que Kansas City puso sobre la mesa.

El relevo luce sólido para el equipo; Steve Cishek ha demostrado ser un cerrador de lujo en las Grandes Ligas y junto a AJ Ramos y Mike Dunn hacen que el relevo no sea un problema.

La otra carencia de Miami viene en el Infield. Excepto por Adeiny Echavarria parece que los Marlins deben reforzar las demás posiciones. Es cierto que Casey McGehee tuvo una gran campaña, aunque hay que recordar que luego del Juego de las Estrellas McGehee no fue el mismo.

La segunda base fue la gran carencia del equipo que esperaba que un Rafael Furcal pudiera rellenar, sin embargo el dominicano nunca llegó a ser un constante. De hecho, sólo participo en 9 encuentros.

A pesar de todo el colombiano Donovan Solano fue el camarero que mejor se desempeño y no sería una locura pensar que pudiera ocupar la segunda almohadilla desde el comienzo de la próxima campaña.

Garret Jones tuvo una temporada decepcionante y se espera que Miami se muestre activo en esta posición buscando un bate que pueda reemplazar a Jones.

Foto via Miami Marlins Instagram

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Los Marlins necesitan un abridor con urgencia. Si a eso le sumamos un primera base de calidad; podríamos estar en presencia de un equipo con calidad de playoffs jugando en la ciudad de Miami.

Sin embargo pienso que el equipo tiene un movimiento aún más importante para terminar de dar el paso de ser un equipo de final de tabla o uno competitivo.

Jeffrey Loria debe y necesita llegar a un acuerdo con Giancarlo Stanton para extender su contrato. De lo contrario se verá obligado a cambiarlo y volver a empezar de nuevo, debido a la carencia de grandes jugadores que podrían llegar a cambio del poderoso toletero.

No es un secreto que Stanton sigue dolido por lo que hizo el equipo un par de años atrás y serpa difícil que confíe en los Marlins y que no harán lo mismo nuevamente.

Si los Marlins quieren cambiar la cultura, el paso clave es convencer a Stanton y ofrecerle un contrato histórico junto a la clausula de «no cambio» que atenta contra la política de Miami, pero que en mi opinión, sería muy importante para ganar la confianza de Stanton.

De igual manera, adquirir a un pelotero de gran nombre ayudaría a que Giancarlo firme una extensión de contrato.

Miami ha declarado que le ofrecerán el contrato más grande en la historia a Stanton. Hecho que no significa absolutamente nada, entendiendo que los Marlins lo máximo que han pagado fue de 106$ millones y 3 años a José Reyes. Ya saben lo que pasó después y con cuál equipo está jugando Reyes.

En definitiva, Los Marlins de Miami están ante la presencia de una oportunidad que parece única. Puede convertirse en una potencia como equipo o decepcionar una vez más a los seguidores del equipo.

Queda en manos de Jeffrey Loria y su equipo, aprovechar la oportunidad de crear a los Marlins 2.0.