El inevitable cambio de guardia en el campocorto de los Marlins

riddle.jpgRicardo Montes de Oca

@RicardoEMontes

Creo que todos estamos de acuerdo en decir que la posición de campocorto es una de las más importantes para un equipo de béisbol. Junto al puesto de receptor, se podría decir que son las únicas en la que un jugador pudiera tener una larga carrera en las Mayores con una ofensiva mediocre, siempre que cumpla las exigencias a la defensiva que requieren estos puestos en el campo.

Ya van varias temporadas en que los Marlins pueden alardear de contar con uno de los mejores campocortos en la Liga Nacional, con el cubano Adeiny Hechavarría demostrando noche tras noche lo seguro de su guante. Pero parece que estamos en presencia de un cambio de guardia en las paradas cortas para los peces.

Sin duda que las lesiones no han ayudado en lo absoluto al nacido en Santiago de Cuba. Hasta el viernes, Hechavarría sólo había disputado 20 de los 51 de su equipo. Alguien debe cubrir esa importante posición en el terreno.

A comienzos de temporada el equipo subió de las menores a J.T. Riddle, un joven campocorto de 25 años, para una corta pasantía de ocho juegos, en los que no hubo mucho brillo, salvo por un jonrón que sirvió para dejar en el terreno a los Mets de Nueva York el 16 de abril. A los dos días fue bajado, tras tener .143 de promedio con dos hits en 14 turnos al bate.

Luego de que Hechavarría volviera a lastimarse, el equipo decidió darle una nueva oportunidad al oriundo de Kentucky.

A partir de allí el novato promedia .275 de bateo con tres jonrones y 16 impulsadas en 28 juegos desde entonces, mientras que tiene .322 en los últimos 16 encuentros en los que ha salido como titular del campocorto. Aquí estaríamos viendo lo contrario a lo mencionado al comienzo, pues este año Riddle ya ha cometido cuatro pecados a la defensiva, cosa que se ha visto opacado por el gran bateo que ha demostrado. Todo lo contrario a Adeiny.

La peor temporada de Hechavarría a la defensa fue en el 2013 con 15 errores, una cifra que a este ritmo, si Riddle mantiene la titularidad, pareciera superar sin problemas.  El problema para el cubano es con el bate, con el que promedia .255 en su carrera de seis temporadas, tampoco ha sido conocido por dar cuadrangulares, impulsar carreras o robar bases.

El Fuerte de Hechavarría es la defensa, el de Riddle, hasta ahora, es el madero; pero la diferencia es que la juventud acompaña al norteamericano, por lo que se mantiene la esperanza de que pueda mejorar con el guante. Con el cubano la idea de una mejoría a la ofensiva luce improbable.

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